Barbarie

Es muy impactante ver las caras de sopresa de los muertos por el bombardeo israelí de ayer en la franja de Gaza , jóvenes milicianos de Hamas en plena graduación que sólo llegaron a ver un relámpago y luego... el silencio. Ni se enteraron.
A la hora de salida de los colegios y tras dar síntomas de relajación con la reciente apertura de fronteras en la franja. Los han pillado en pelotas, como les pasó a los israelies que viajaban en alguno de tantos autobuses reventados por un "mamarracho-bomba" palestino.
Es el destino del hombre, no querer hablar ni entenderse para no tener que renunciar a sus propios prejuicios. Y eso es tan complicado como que algunos están dispuestos a sacrificar a toda una población e inmolarse con tal de no dar su propia barbarie a torcer. Y, mientras, los otros, supervivientes de uno de los mayores holocaustos del pasado siglo, son capaces de "mejorarlo" sin temblarles el ánimo, dejando sin argumentos a quienes desde la otra línea intentan en vano convencer a los más violentos.
Este es el mundo "moderno" que alguien lo pare que me bajo... y mañana vuelvo.