José Ricardo Martínez, secretario general de UGT en Madrid, ha dicho textualmente que el Gobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez debe irse a “su puta casa” si es que tiene “un poco de dignidad”.
Yo creo que si José Ricardo Martínez tiene un poco de dignidad debería pedir disculpas por su agravio comparativo de sindicalista blindado a los casi cinco millones de parados españoles a los que les está impidiendo entrar en el mercado laboral al bloquear con su talante y sus obras que los contratos se modernicen.
Una reforma laboral duradera se basa en dos claves: flexibilidad para las empresas y seguridad para los trabajadores, los que ya están en paro.El resto puede mantener sus derechos pero esa masa inerte que nos lleva a la ruina podría firmar un contrato transitorio de tres años con 20 días de indemnización, lo justo para salir de la maldita crisis y reactivar el consumo, y después que el empresario o el currante decidan.
Ejemplo tuvimos con el contrato de fomento del empleo que ideó el equipo de Felipe González, un socialista, pero con visión de estado.
Hay mucha gente que lo está deseando, José Ricardo, quillo, no jodas.
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