Hace meses, en la Línea, un despojo humano que quería demostrar a su banda que era muy "macho" decidió como demostración apuñalar al primer "menda" que pasara por allí. En unos minutos pasó delante del grupo de seres vivos, que no humanos, un matrimonio que venía de un centro de salud, paradojas. El colega apuñaló al hombre joven, casado y con una hija menor de edad y lo mató, a la vez mató al padre del hombre, quien murió dias después de un derrame cerebral provocado por el inmenso dolor ante la absurda pérdida del hijo.
El navajero es tan macho que al declarar ante el juez dijo que sólo le quería dar un puntazo en una "pata" pero que el tío se movió y que la culpa no es suya. Tardarán en juzgarlo y penará por ello en el garantista sistema penitenciario español, pero ha destrozado para siempre a una familia, además de llevarse por delante dos vidas.
Me viene a la mente esta historia cuando leo que un joven sevillano famoso por su comportamiento ejemplar se ha clavado a sí mismo una navaja para demostrar su hombría en la barbacoa del Carranza, con tan mala suerte que él mismo ha terminado con su corta vida. Paradojas
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