Parece que se estaban hundiendo en aguas marroquíes y alguien llamó a un teléfono en España avisando del naufragio. Como casi siempre, los servicios de rescate españoles se lanzaron en su búsqueda y encontraron el desastre. Supervivientes de familias enteras cercenadas por el horror. ¿Se imaginan ustedes perder a sus hijos, padres y hermanos delante de sus ojos sin poder hacer nada?. Así ha sido y así será siempre el guión del drama sobre uno de los mayores cementerios de Europa. Así será hasta que alguien se dé cuenta de que no podemos permitir que sólo 700 millones de seres humanos tengamos papeo diario, casa y coche mientras los 7.000 restantes sobreviven como pueden.
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