El 18 de junio de 2005 fue un día especial para él. Ese día conseguía con su gol que el "submarino amarillo" emergiera a primera división en las mismas narices del Xerez CF.
Parar, templar y mandar, el artillero asturiano vió al cancerbero del equipo contrario algo adelantado y su olfato le dijo que debía intentarlo. Y la pelota entró. Lo demás ya lo sabe todo el mundo.
Conozco a Oli desde hace años y puedo decir de él que el "astur" va por derecho, al pan, pan y al vino, vino. Eso le ha costado algunos disgustos a lo largo de su carrera profesional pero también, a su lado, tiene a mucha gente que le quiere.
Las cosas no le salieron bien en aquel Cádiz resabiado y dividido pero volverá algún día y pondrá a todos en su sitio, seguro.Su carácter luchador, su sensibilidad y su constancia harán de él un gran entrenador en el fútbol español.
(La foto es de la revista que realizó La Voz de Cádiz para celebrar el ascenso, un excelente trabajo que todavía guardo en mi casa).
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