viernes, 27 de marzo de 2009

Los quioscos de Cádiz y la mala leche política

El otro día se reavivó el fuego sobre los quioscos que tanto en Cádiz dieron que hablar el pasado verano. En una ciudad donde el 25% de los trabajadores son funcionarios y la aspiración a superar esta plusmarca está latente y puede ocurrir cualquier día, resulta paradójico que alguno de estos asalariados públicos junto con unos cuantos jubilados se manifiesten en contra de proyectos que van a dar trabajo privado en un momento como este.

Puede que las palabras del año pasado de Pablo Grosso, uno de los adjudicatarios, no fueran afortunadas, pero es normal que un emprendedor que se juega el tipo todos los días, tenga un mal momento a la hora de explicarse. Pero léxico aparte, tiene más razón que un santo.

Veremos que pasa pero, necesitamos empleo y emprendedores que soporten los salarios de la función pública y las pensiones de los jubilados.

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