Ver la cara de Rocío Vázquez es un drama, así como la de su madre quien la acompaña con gran serenidad y cariño. Una víctima más de una de las costumbres más tontas y a la vez peligrosas que la piel de toro acumula entre el rosario de "paridas históricas pseudo culturales".
La costumbre de tirar petardos en Navidad y fechas festivas produce todos los años un sinfín de heridos, quemados y mutilados como esta joven de Jerez. Y yo me pregunto: ¿porqué no se prohibe y se castiga drásticamente a los vendedores y compradores de estos explosivos que enturbian nuestro descanso y amenazan nuestra seguridad de forma incontrolada?.
Puedo entender que haya una industria que mantener por lo que también puedo admitir que en determinadas celebraciones se hagan fuegos artificiales e incluso ruido del tonto (ya saben, ¡puum, puum!), pero eso sí, controlado en todo momento por profesionales de la cosa que saben lo que hacen y a lo que se exponen.
Lo que no debe hacer el Gobierno de España por nuestro bien es permitir que algunos pequeños o grandes comerciantes hagan dinero con el riesgo de todos.
Zapatero después de la ley anti tabaco te toca esta quillo, te lo vamos a agradecer muchos.
Desde este blog un fuerte abrazo para Rocío Vázquez y su familia.Ánimo
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