sábado, 29 de noviembre de 2008

TODO UN EJEMPLO PARA SU HIJO EL RESTO DE SU VIDA


El individuo que agredió a un árbitro de fútbol juvenil hoy se arrepiente de lo que ha hecho pero termina rematando su hazaña diciendo que la culpa es de los dos cuando declara eufemísticamente: "una situación como ésta no debía haber ocurrido ni por su parte ni por la mía".

Ya lo has conseguido campeón, tienes tu minuto de gloria, tu hecho diferencial, le has demostrado a tu hijo y a sus amigos y familiares quien manda aquí: el más macho, el más fuerte, el que mejor pega. Supongo que en el fondo esperarás que tu vástago haya aprendido bien la lección y que cuando sea mayor pueda, incluso, hacerlo mejor que tú.

Me das pena, como hombre, como padre, como educador y como ser humano, pues tu débil defensa de niño pequeño, (el también es malo), delata tu falso arrepentimiento.

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