Dice el secretario General de la ONU Ban Ki-moon "Los precios de los alimentos se han disparado. La amenaza del hambre y la malnutrición es cada vez mayor. Millones de personas, las más vulnerables, están en peligro. Se necesita una respuesta urgente y eficaz".
Ahí la tienes "BanKi", ahí está el tío.
¿Tiene sentido que con la crisis que tenemos encima nos dediquemos a pagar cantidades millonarias para decorar cúpulas del Palacio de la ONU por muy bonitas, decorativas y elegantes que estas sean?.
Que se hayan desviado 500.000 euros de los FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo), es una barbaridad de tal calibre que mancha no sólo el nombre de quien los da, sino el del artista que los recibe.
Menospreciar las penas de la gente común es algo habitual en los políticos acostumbrados a sus cómodas poltronas de piel, pero en cualquier rincón de África, donde las madres asisten a la muerte por inanición o enfermedad de sus hijos esto sería considerado algo más que un insulto. Sólo una mente enferma puede pagar ese dispendio sin sensibilidad suficiente para decirle al artista: "Miquel, coño, que es una locura todo esto".
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