miércoles, 31 de marzo de 2010

Rectificar es de sabios



Que un alcalde de un pueblo se enamore de su "escolta" de la policía municipal puede ser razonablemente humano, mucho trabajo, muchas horas de coche y de espera... Lo anecdótico es que una vez hecha pública su relación íntima nombre a su escolta como asesor de Presidencia y le multiplique el sueldo en estos tiempos.

Es también digno de analizar por sociólogos que los dos crean que todo el mundo,(incluso en su propio partido),está quivocado.

Cuando la cosa se tuerce y el escolta deja el puesto por decisión consensuada hay que reconocer que esta rectificación es de sabios, aunque todo el mundo sepa que la cosa no va a cambiar la grave deuda de las arcas municipales, pero hay que añadir que si se queda cobrando en el mismo puesto tampoco se va a mejorar nada económicamente, y por supuesto la imagen de ambos siempre va a estar en entredicho.

Lo paradógico es que los ayuntamientos de los pueblos necesiten servicios de "escolta", dudo de que sean necesarios y si lo son ¿Qué pluses cobran?, ¿los podemos pagar?, ¿porqué no se encarga la policía nacional o la guardia civil o una empresa privada?. Si a la Alcaldesa de Cádiz se le ocurre que hace falta un cuerpo de submarinistas en la policía municipal se crearía el equipo?, ¿Y si fuera necesario un cuerpo de operaciones especiales de la policía municipal sería viable y lógico?.

Son simples reflexiones sobre la situación en la que estamos, no es una crítica al escolta, si el cargo existía no lo creó él, si puede volver volverá, y es legítimo.
Pero de esta deberíamos aprender y rectificar todos.

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